Historia del pavo inductivista por
Bertrand Russell
Este pavo descubrió que, en su
primera mañana en la granja avícola, comía a las 9 de la mañana. Sin embargo,
siendo como era un buen inductivista, no sacó conclusiones precipitadas. Esperó
hasta que recogió una gran cantidad de observaciones del hecho de que comía a
las 9 de la mañana e hizo estas observaciones en una gran variedad de
circunstancias, en miércoles y en jueves, en días fríos y calurosos, en días
lluviosos y en días soleados. Cada día añadía un nuevo enunciado observacional
a su lista. Por último, su conciencia inductivista se sintió satisfecha y
efectuó una inferencia inductiva para concluir: “Siempre como a las 9 de la
mañana”. Pero ¡ay! Se demostró de manera indudable que esta conclusión era
falsa cuando, la víspera de Navidad, en vez de darle la comida, le cortaron el
cuello. Una inferencia inductiva con premisas verdaderas ha llevado a una
conclusión falsa.
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