Es muy buena la comparación que J.P. Freinman establece entre el conocido descubridor Cristóbal Colón y el filósofo francés René Descartes.
Por un lado Descartes descubre la subjetividad, y por otro lado Colón un nuevo continente ya existente pero desconocido, América. Mediante este nuevo continente, se abre una nueva ventana al capitalismo y será éste a su vez establecerá al hombre como centro de la historia, favoreciendo la aparición del humanismo dejando a un lado el teocentrismo antigüo (Dios como centro del universo). Descartes pone a la subjetividad como elemento a partir del cual podremos demostrar la existencia de todo lo externo. Pero aquí encontramos una "aparente" contradicción ya que para demostrar la existencia de las realidades externas expone como argumento que Dios es demasiado bueno como para poder engañarnos con lo que vemos; pudiendo parecernos este argumento objetivo.
Sin embargo este filósofo utiliza un argumento subjetivo para la explicación: si él piensa en Dios como alguien perfecto, ese ser perfecto exite por el hecho de existir en su pensamiento la idea de la perfección.
También es curiosa y útil la comparación que Feinman realiza entre Descartes y otros filósofos como Froid, estableciendo posibles conversaciones entre ellos, las cuales nos ayudan a comprender mejor sus difentes pensamientos.
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Es muy buena la comparación que J.P. Freinman establece entre el conocido descubridor Cristóbal Colón y el filósofo francés René Descartes.
Por un lado Descartes descubre la subjetividad, y por otro lado Colón un nuevo continente ya existente pero desconocido, América. Mediante este nuevo continente, se abre una nueva ventana al capitalismo y será éste a su vez establecerá al hombre como centro de la historia, favoreciendo la aparición del humanismo dejando a un lado el teocentrismo antigüo (Dios como centro del universo).
Descartes pone a la subjetividad como elemento a partir del cual podremos demostrar la existencia de todo lo externo. Pero aquí encontramos una "aparente" contradicción ya que para demostrar la existencia de las realidades externas expone como argumento que Dios es demasiado bueno como para poder engañarnos con lo que vemos; pudiendo parecernos este argumento objetivo.
Sin embargo este filósofo utiliza un argumento subjetivo para la explicación: si él piensa en Dios como alguien perfecto, ese ser perfecto exite por el hecho de existir en su pensamiento la idea de la perfección.
También es curiosa y útil la comparación que Feinman realiza entre Descartes y otros filósofos como Froid, estableciendo posibles conversaciones entre ellos, las cuales nos ayudan a comprender mejor sus difentes pensamientos.
Laura Guijas T.
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